Pocos vegetales reúnen tantas propiedades y utilidades como el aloe vera. No en balde se la conoce como la planta de los mil usos, pues sus aplicaciones son casi ilimitadas.
Con siglos de uso a sus espaldas, numerosos personajes de la historia cayeron rendidos a esta planta que crece en zonas áridas y se caracteriza por sus hojas alargadas y carnosas que contienen gel en su interior. El nombre científico de la variedad más cultivada hoy en el mundo es ‘Aloe barbandensis’, que se diferencia del resto de tipos de aloe por su elevada producción de gel. Entre sus elementos más beneficiosos destaca su riqueza en vitaminas (C, E, B1, B2, B3 y B5), en hierro, potasio, calcio, cobre, selenio y zinc; además de ácidos grasos, enzimas y polisacáridos. Por éstas y otras razones, su uso se ha generalizado en la industria farmacéutica y cosmética y desde ya algunos años, también a la alimentaria.
El aloe vera en la historia
Las referencias al uso del aloe vera en la historia se remontan al Antiguo Egipto y a Mesopotamia. Se dice, por ejemplo, que Cleopatra, en sus baños de leche de burra, incorporaba pulpa de aloe, además de usar un colirio en el que incluía su jugo para potenciar el brillo de sus ojos o que Alejandro Magno fue curado de una herida de flecha sufrida en el desierto de Libia gracias a su aceite. También Cristóbal Colón lo llevaba en sus travesías para paliar o curar diferentes males; e incluso Gandhi echó mano del aloe vera para hacer más llevaderos sus ayunos.
Propiedades más conocidas del aloe vera
El uso del aloe vera se ha generalizado y son muchas las formas en las que podemos utilizarlo (uso tópico, ingerido...) para aprovecharnos de sus numerosas propiedades:
- Beneficios para la piel. La aplicación del aloe vera en cosméticos es una de sus utilidades más generalizadas por sus efectos a la hora de mejorar la hidratación y la elasticidad de la piel y prevenir su envejecimiento. En concreto, puede resultarte muy útil para mejorar el aspecto de tus estrías, ya que favorece la reposición de los tejidos cutáneos, al restaurar el colágeno.
- Propiedades cicatrizantes y antibacterianas. Los polifoneles presentes en el gel que genera esta planta pueden ser también grandes aliados para combatir ciertas bacterias e infecciones, por lo que resulta un remedio adecuado para tratar pequeñas heridas, quemaduras leves e incluso el acné. Su efecto astringente, además, favorecerá la eliminación de la grasa o la suciedad acumulada en los poros cutáneos.
- Hidratación capilar. Además de hidratar en profundidad tu cabello, el aloe vera rejuvenece los folículos capilares y puede ayudarte a prevenir su caída.
- Higiene bucodental. Las propiedades del aloe vera se extienden también a la higiene dental, convirtiéndose en un enjuague bucal muy adecuado no sólo para reducir la placa y combatir el mal aliento, sino también para el tratamiento de pequeñas úlceras o llagas.
- Propiedades nutricionales. Aunque el uso tópico del aloe es quizá el más conocido, no es el único. De hecho, tanto la parte externa de las hojas como la gelatinosa que albergan en su interior son comestibles, conteniendo una considerable cantidad de vitaminas, antioxidantes y minerales. Consumido, tanto crudo como cocinado, el aloe vera puede ayudarte a tratar problemas digestivos e intestinales como el estreñimiento.
- Uso gastronómico. Las propiedades del aloe vera también lo hacen muy adecuado para su uso en recetas. Aunque de entrada su sabor puede no ser su principal atractivo (por contar con cierto regusto a hierba), se ha ido haciendo un hueco en diferentes elaboraciones, principalmente como texturizante, estabilizante y emoliente. Así, su uso es adecuado a la hora de espesar salsas, cremas, sopas frías, sin aportar calorías. Por otro lado, la parte externa del aloe vera, al freírla, se puede consumir como un aperitivo crujiente muy interesante.
Cómo consumir el aloe vera
A la hora de consumir directamente la planta de aloe vera, hay que tener en cuenta que la hoja consta de tres partes: la exterior; una intermedia que contiene una sustancia de color amarillo-verdoso conocida como aloína o látex; y la tercera, la más interior, que es la gelatinosa. Tanto la piel exterior como el gel son totalmente comestibles, a diferencia de la intermedia ya que la aloína es muy amarga y puede provocar malestar gástrico.
La preparación es muy sencilla:
- En primer lugar, cuando vamos a cortar las hojas, se aconseja hacerlo lo más cerca posible de la base. Para liberar el gel, pela los dos extremos de la hoja a lo largo.
- A continuación, sumerge el gel en agua limpia durante al menos diez minutos, para lavar la aloína. repite el proceso hasta que el agua quede totalmente transparente.
- Puedes conservar el gel en la nevera hasta una semana e incluso congelarlo.
Jugo de aloe vera
En nuestra ecotienda disponemos de una interesante propuesta que nos traen nuestros amigos cordobeses de La Huerta Lunera. Se trata de jugo de aloe vera 100% extraído de plantas propias de cultivo ecológico. Es una forma muy fácil y sencilla para acceder a las propiedades y beneficios del aloe vera, ya que este zumo de aloe puede consumirse directamente (en torno a 50ml, cinco cucharadas soperas como máximo al día) o bien mezclándolo en infusiones u otros zumos.
Y por cierto, con el verano nuestro pelo, cabello y uñas sufren más de lo habitual; al igual que nuestro sistema digestivo, al aumentar las comidas que hacemos fuera de casa. Tener a mano un buen zumo de frutas con un poquito de aloe vera puede ser un gran aliado. ¿Te apetece probarlo?
Te proponemos una sencilla receta:
- En una licuadora introducimos fruta. Da igual la que sea, la que más nos guste o apetezca, (como piña, papaya, mango, ciruelas, etc.).
- Una vez licuado, incorporamos 200 ml. de agua fría, el jugo de medio limón y 30 ml. de jugo de aloe vera.
- Se puede preparar una cantidad mayor y tenerla en la nevera para tomarla a lo largo del día.
Apetecible, ¿verdad?
El aloe vera ecológico, siempre en nuestro botiquín y en nuestra despensa. Acércate a nuestra ecotienda física (en la plaza Atarazanas, Jaén) u online y si tienes alguna duda estaremos encantados de despejártela.
¡Te esperamos!